En comensales furtivos, tal como comentamos en la entrada de presentación, queremos acercar la buena cocina a los fogones, hornos, vitrocerámicas y puede que algún que otro microondas de vuestras casas. Eso sí, con buenas recetas, ricas y rápidas de elaborar.
Así pues, comenzamos.
Esta receta surge en uno de esos fines de semana de cena en la sociedad, en los que tras varias vueltas por el eroski decidimos que vamos a cenar costillas de cerdo.

Si sois más tiquimiquis, podéis cortar la parte de hueso por un lado, para asar o guisar y la parte con ternillas por otro lado, para guisos, arroces... En nuestro caso hemos optado por dejarlas enteras, pero las hemos cortado separando cada hueso con su trozo de carne, como podréis ver en las siguientes imágenes.
Ingredientes para 4 personas:
1,5 - 2 kg Costilla de cerdo
Aceite de oliva
1 chorro Vinagre
6 dientes Ajos
2 cucharadas Pimentón dulce
1 cucharadita Oregano
1 cucharadita Perejil
1 pizca Comino en polvo
Sal
Pimienta

Todos los ingredientes con las costillas troceadas los hemos metido en una bolsa de congelar, la hemos cerrado y lo hemos mezclado y masajeado bien. Como si estuvieseis dando un masaje a Scarlett Johansson o vosotras a Brad Pitt, de manera que las costillas se impregnen de todo los sabores; sin escatimar en aceite, el aroma a monte del orégano y perejil, el toque ahumado del comino, el ácido del vinagre, el dulzor del pimentón, la sal, la pimienta... (Esto ya parece una peli de las que los niños no deberían ver...)
También podéis añadirle tabasco o alguna guindilla picante.
Es recomendable dejar el paquete olvidado 1 o 2 días por el fondo de nuestro frigorífico, o es un buen momento para congelarlo si a última hora los suegros han cambiado de idea o el/la amante quiere pasar directamente al postre.
Tras esto, sólo queda dejar el maravilloso contenido de la bolsa sobre una bandeja de horno y hornear unos 15-20 minutos a 180º dependiendo de vuestro horno y el punto que le queráis dar.
Es un buen momento para hacer unas patatas fritas y depositarlas sobre las costillas a falta de los últimos 5 minutos, conseguiréis al final algo como esto:
Estas costillas furtivas pueden comerse tal cual o acompañadas con algún tipo de salsa barbacoa (que en alguna nueva entrada puede que os enseñemos a hacer), salsa picante, miel...
Disfrutadlas con la parienta, con la novia o novio, amante, suegros, amig@s... pero estoy seguro que disfrutareis y repetiréis de esta receta, por lo que comentad vuestros logros o derrotas sobre esta receta así como vuestras opiniones.
Es recomendable dejar el paquete olvidado 1 o 2 días por el fondo de nuestro frigorífico, o es un buen momento para congelarlo si a última hora los suegros han cambiado de idea o el/la amante quiere pasar directamente al postre.
Tras esto, sólo queda dejar el maravilloso contenido de la bolsa sobre una bandeja de horno y hornear unos 15-20 minutos a 180º dependiendo de vuestro horno y el punto que le queráis dar.
Estas costillas furtivas pueden comerse tal cual o acompañadas con algún tipo de salsa barbacoa (que en alguna nueva entrada puede que os enseñemos a hacer), salsa picante, miel...
Disfrutadlas con la parienta, con la novia o novio, amante, suegros, amig@s... pero estoy seguro que disfrutareis y repetiréis de esta receta, por lo que comentad vuestros logros o derrotas sobre esta receta así como vuestras opiniones.
¡¡Viva el cerdo!!
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